miércoles, 18 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD, HERMANOS

« Saldrá un retoño del tronco de Jesé, un vástago brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor […] Aquel día, el renuevo de la raíz de Jesé se alzará como estandarte para los pueblos; le buscarán las gentes, y será gloriosa su morada” »
( Is 11, 1-10).

La “Universidad de Curas de Sevilla y Hermandad de San Pedro ad Vincula” desea a todos los Pastores de la Iglesia Hispalense e Obispos, Presbíteros y Diáconos f y a vuestras familias que celebréis una Navidad verdaderamente cristiana, de modo que las felicitaciones que intercambiéis estos días sean expresión de la alegría de saber que Dios está cerca de nosotros y quiere recorrer con nosotros el camino de la vida. Que estos días no pierdan su profundo significado religioso, y la fiesta no se quede sólo en sus aspectos externos".
 
Os recordamos la convivencia de navidad.-
26 de diciembre - Casa Sacerdotal.
13,00.- Oración comunitaria - Rezo de la hora intermedia
14,00.- Comida - Convivencia de Navidad
 
 

lunes, 4 de noviembre de 2013

MISA POR NUESTROS DIFUNTOS



EL PRÓXIMO DIA 14 DE NOVIEMBRE A LAS 11 DE MAÑANA Y PRESIDIDA POR EL SR. ABAD MAYOR, CELEBRAREMOS, EN LA PARROQUIA DE SAN PEDRO, MISA DE REQUIEM EN SUFRAGIO POR EL ALMA DE NUESTROS DIFUNTOS, MIEMBROS DE NUESTRAS INSTITUCIONES Y BENEFACTORES.
 
RECORDAMOS A TODOS LA OBLIGACIÓN DE CELEBRAR MISAS POR EL ETERNO DESCANSO DE NUESTROS HERMANOS DIFUNTOS E INVITAMOS A TODOS A ACOMPAÑARNOS EN LA CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISA.

jueves, 22 de agosto de 2013

PROGRAMACIÓN CURSO PASTORAL 2013 -2014

Queridos hermanos sacerdotes y diáconos:
Os ofrecemos un adelanto de lo que será la programación de la Universidad de Curas y Hdad. de San Pedro ad Vincula para este próximo curso pastoral 2013-2014.
Os animamos a participar tanto en las sesiones de formación como en aquellas otras de convivencia y que invitéis a aquellos hermanos sacerdotes o diáconos que puedan estar interesados en asistir.

PROGRAMACION CURSO 2013 - 2014
OCTUBRE.-

Apertura de Curso.- Primera sesión de formación.-
15 de octubre de 2013 - Casa Sacerdotal

12,00.- Oración.
12,30.- Charla – Algunas cuestiones actuales sobre el Sacramento de la Penitencia. Ilmo. Monseñor D. Alejandro Arellano Cedillo, Juez Auditor de la Signatura Apostólica de la ciudad del Vaticano.
14,00.- Comida - convivencia.

NOVIEMBRE.-
Santa Misa por los miembros difuntos de la Institución.

14 de Noviembre de 2013 - 11 mañana - Parroquia de San Pedro.
Preside el Sr. Abad Mayor                

DICIEMBRE.-

Convivencia de navidad.-
26 de diciembre - Casa Sacerdotal.

13,00.- Oración presidida por el Sr. Obispo auxiliar.
14,00.- Comida - convivencia de navidad.


FEBRERO.-
Segunda sesión de formación.-         
11 de febrero de 2014 - Casa Sacerdotal.

12,00.- Oración.
12,30.- Charla – La Trinidad y el ministerio sacerdotal en San Juan de Avila. M. I. Sr. D. Antero Pascual Rodríguez, Canónigo Capellán Real de la S.I.C. y Doctor en Teología Espiritual.
14,00.- Comida - Convivencia.

ABRIL.-

Tercera sesión de formación.-           
29 de abril de 2014 - Casa Sacerdotal.

12,00.- Oración.
12,30.- Charla – Las pinturas de la Capilla de San Pedro ad Vincula y la Iglesia de los Venerables Sacerdotes de Sevilla. D. José Fernández López, Catedrático de historia del arte de la Universidad de Sevilla.
14,00.- Comida - Convivencia.

JUNIO.-

24 de junio de 2014

11,00.- Cabildo general ordinario.
12,30.- Santa Misa presidida en la que homenajearemos a los sacerdotes que celebran sus bodas de oro y de plata sacerdotales.
14,00.- Comida - Convivencia.

miércoles, 7 de agosto de 2013

" PER ME REGES REGNANT"

 



La Junta de Gobierno de la Ilustrísima Universidad de Curas de Sevilla y Hdad. De San Pedro ad Vincula recuerda a todos los sacerdotes y diáconos miembros de esta institución que hoy dia 6 de agosto da comienzo la novena en honor de nuestra Patrona la Santísima Virgen de los Reyes.
La predicación de la novena este año estará a cargo del Sr. Obispo Auxiliar D. Santiago Gomez Sierra.
Recordamos también a nuestros hermanos sacerdotes y diáconos la obligación que nos imponen nuestras reglas de asistir corporativamente a la procesión con la Santísima Virgen el próximo día 15 de agosto.

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"Dicen pues, que el Santo rey Don Fernando Tercero estando en el cerco que puso a Sevilla en el año 1.243, deseó mucho tener una imagen de la Virgen Santísima Santa María Nuestra Señora, con quien tenía particular devoción, y para ello puso todos los medios posibles, buscando artífices aventajados en sus reinos; y habiendo labrados algunas, no se contentó y que en esta ocasión le sucedió lo que al excelente rey Don Alfonso el Casto en la fábrica de la santa Cruz de Oviedo, que fueron ángeles los que la labraron. Y que así, estando el santo rey Don Fernando un día en su pensamiento y deseo, se le pusieron delante dos gallardos mancebos, que tenían noticias de su voluntad, y pretensión de hacer una imagen de la Virgen Santísima, pues ellos eran maestros y oficiales del arte de la escultura, que venían a ofrecerle su industria y procurar de satisfacer su deseo; que les mandase dar materiales y herramientas que ellos pidiesen y les señalase un lugar apartado del campo donde nadie les impidiese, y viandas para algunos días, y que ellos confiaban en Dios que darían buena cuenta de su encargo y encomienda. El santo rey se contentó de ello, que pareció conocía por espíritu los mancebos, y mandó dar cuanto pidieran y les señaló, según se dice por lugar retirado, la torre que se llamaba de los Herberos, que era torre de atalaya, y en ella había poca gente; y allí se recogieron para hacer su obra y pasados algunos días envió el Rey a un familiar suyo, el cual abrió el aposento donde se habían acomodado los oficiales, y sin estar en él, halló la Santa Imagen llena de gloria y majestad admirable, y dio aviso al Rey santo que luego fue a verla y adorarla y no pareciendo los artífices de la obra, conoció que eran ángeles del cielo, como su corazón lo había significado, y ordenando un solemne acompañamiento la trajo al Real, a una tienda muy bien aderezada y compuesta; y los curiosos y atentos muestran y señalan en la torre, el aposento donde los ángeles estuvieron labrando la santa imagen; y en el campo de Tablada, el lugar donde estuvo la tienda que fue la Santa casa y capilla que tuvo en Sevilla la Virgen Santísima y dicen que fue donde ahora está la ermita de San Sebastián que desde entonces fue lugar sagrado (...).

Luego que se ganó y entró la ciudad de Sevilla y que fue purgada, bendita y santificada la mezquita por los prelados católicos romanos que al Rey acompañaban y cuidaban en su campo, se ordenó la pompa de aquel religioso triunfo de que se hace mención en la historia de la dedicación de la santa iglesia y puesta la Santísima Virgen en un carro triunfal y acompañada de toda la nobleza de su corte y campo, y de todos los prelados sacerdotes y clérigos que le asistían con todas las banderas del ejército y señales reales por delante, haciendo el santo rey la guía, fue traída a la ciudad y al templo, que en su nombre había de ser dedicado y puesta en él, como en su propia casa bajo de su nombre, título y patronazgo".

Abab Alonso Sánchez Gordillo. Religiosas estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana.

miércoles, 26 de junio de 2013

"¡NINGUNO DE NOSOTROS ES CRISTIANO (SACERDOTE) POR PURA CASUALIDAD! ¡NINGUNO!"



En la Misa, concelebrada en la Casa de Santa Marta por el cardenal Robert Sarah, el cardenal Camillo Ruini y Mons. Ignacio Carrasco de Paula, participó un grupo de empleados del Pontificio Consejo "Cor Unum", de la Pontificia Academia para la Vida y un grupo de colaboradores de la Specola Vaticana, acompañados por su director, el jesuita José Gabriel Funes. El Papa Francisco ha dicho:
“Ser cristiano es una llamada de amor, una llamada a convertirse en hijos de Dios”
El Papa enfatizó en que la certeza del cristiano es que el Señor jamás nos deja solos y nos pide ir adelante, en medio de los problemas.
El Papa Francisco centró su homilía en la Primera Lectura, tomada del Libro del Génesis, donde se narra sobre la discusión entre Abraham y Lot por la repartición de la tierra. "Cuando leo esto - dijo el Papa - pienso en Oriente Medio y pido mucho al Señor para que nos dé a todos la sabiduría, esta sabiduría - no discutamos, yo voy por esta parte, tú por la otra ... – ir por la paz". Abraham, hizo notar Francisco, "continúa caminando". "Él - afirmó - dejó su tierra para ir, no sabía dónde, pero donde el Señor le dirá". Sigue caminando, entonces, porque cree en la Palabra de Dios que "lo había invitado a salir de su tierra". Este hombre, quizás nonagenario, mira la tierra que le indica el Señor y cree:
"Abraham parte de su tierra con una promesa: todo su camino es ir hacia esta promesa. Y su recorrido es también un modelo de nuestro recorrido. Dios llama a Abraham, una persona, y de esta persona hace un pueblo. Si vamos al Libro del Génesis, al inicio, a la Creación, podemos encontrar que Dios crea las estrellas, crea las plantas, crea los animales, crea las, los, las, los... Pero crea al hombre: el singular, uno. A nosotros Dios siempre nos habla en singular, porque nos ha creado a su imagen y semejanza. Y Dios nos habla en singular. Ha hablado a Abraham y le dio una promesa y lo invitó a salir de su tierra. Nosotros cristianos hemos sido llamados en singular: ¡ninguno de nosotros es cristiano por pura casualidad! ¡Ninguno!"
Existe una llamada "con nombre, con una promesa", dijo el Papa: "¡Ve adelante, Yo estoy contigo! Yo camino junto a ti". Y esto, continuó, lo sabía Jesús: "también en los momentos más difíciles se dirige al Padre":
"Dios nos acompaña, Dios nos llama por nuestro nombre, Dios nos promete una descendencia. Y esto es un poco la seguridad del cristiano. No es una casualidad, ¡es una llamada! Una llamada que nos hace ir hacia adelante. Ser cristiano es una llamada de amor, de amistad; una llamada a convertirme en hijo de Dios, hermano de Jesús; a volverme fecundo en la transmisión a los otros de esta llamada; a convertirme en instrumento de esta llamada. Hay tantos problemas, tantos problemas; hay momentos difíciles: ¡Jesús pasó tantos! Pero siempre con aquella seguridad: ‘El Señor me ha llamado. El Señor es como yo. El Señor me ha prometido'".
El Señor, repitió el Obispo de Roma, "es fiel, porque Él jamás puede renegar de sí mismo: Es la fidelidad". Y pensando en este pasaje donde Abraham "es ungido padre, por primera vez, padre de los pueblos, pensamos también en nosotros que hemos sido ungidos en el Bautismo y pensamos a nuestra vida cristiana":

"... alguno dirá ‘Padre, soy pecador'... Pero todos lo somos. Eso se sabe. El problema es: pecadores, ir adelante con el Señor, ir adelante con aquella promesa que nos ha hecho, con aquella promesa de fecundidad y decir a los demás, contar a los otros que el Señor está con nosotros, que el Señor nos ha elegido y que Él no nos deja solos, ¡jamás!. Aquella certeza del cristiano nos hará bien. Que el Señor nos dé, a todos nosotros, este deseo de ir adelante, que tuvo Abraham, en medio de os problemas; pero ir adelante, con aquella seguridad de saber que Él me ha llamado, que me ha prometido tantas cosas bellas ¡que está siempre conmigo!".

viernes, 14 de junio de 2013

EL TESTIGO ES EL QUE OFRECE SU PROPIO CUERPO


REFLEXIONES SOBRE EL MISTERIO Y LA VIDA DE LA IGLESIA
por el Cardenal Georges Cottier, op

 

 
Leyendo L’Osservatore Romano, me llamó mucho la atención un artículo escrito por el cardenal Kurt Koch y publicado el pasado 27 de enero con un título más bien singular. El título del artículo era «Eclesiología lunar» y era una reseñadel libro del cardenal Walter Kasper Chiesa cattolica. Essenza, realtà, missione [“Iglesia católica. Esencia, realidad, misión”], recientemente publicado en Italia por la editorial Queriniana. En los pasajes del libro valorizados también por la reseña he encontrado pensamientos que me parecen valiosos, sobre todo con vistas al Año de la fe y del próximo sínodo de los obispos sobre la nueva evangelización.

El título de la reseña del cardenal Koch remite a una analogía tradicional que ya los Padres de los primeros siglos aplicaron a la Iglesia y que fue retomada también en la Edad Media. Según esta analogía se puede captar la naturaleza de la Iglesia usando la figura de la luna. La luna trae la luz en la noche, pero la luz no procede de ella, sino del sol. Así es la Iglesia: trae la luz al mundo, pero esta luz que trae no es suya. Es la luz de Cristo. «La Iglesia», comenta el cardenal Koch en su artículo, «no ha de querer ser sol, sino que debe alegrarse de ser luna, de recibir toda su luz del sol y de hacerla resplandecer en la noche». Recibiendo la luz de Cristo la Iglesia vive toda su plenitud de alegría, «porque ella», como confesó Pablo VI en el Credo del pueblo de Dios «no goza de otra vida que de la vida de la gracia».

En vísperas del Año de la fe, la imagen de la luna ayuda a captar también la naturaleza de la Iglesia y el horizonte de su misión.

La comparación con la luna no debe tomarse como una marginación de la misión de la Iglesia. La Iglesia es a su modo responsable de la luz de Cristo que está llamada a reflejar. No se debe ofuscar esa luz. La Iglesia debe reverberar, y no empañar o apagar en sí ese reflejo. Como hace la luna durante la noche, la Iglesia debe difundir la luz de Cristo en la noche del mundo que, abandonado a sí mismo, permanecería en el pecado y en la sombra de la muerte. Como señalaba Pablo VI en su discurso de apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II: «Después de haber cumplido su obra interna de santificación la Iglesia podrá mostrar su cara al mundo entero, diciendo estas palabras: Quien me ve, ve a Cristo, así como el divino Redentor dijo de sí mismo: “Quien me ve, ve al Padre” (Jn 14, 9)».

La imagen de la luna ayuda también a captar la dinámica propia de la misión a la que está llamada la Iglesia. Como reconocía Pablo VI en la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi (1975): «El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan», y si escucha a los que enseñan «es porque dan testimonio». Nietzsche habló de «desconfianza metódica». Por esto, sobre todo en nuestros tiempos, la modalidad más acorde y más desarmante con que la luz de la palabra de Dios se ofrece al mundo es la del testimonio. También respecto a esto la imagen de la luna sugiere puntos de reflexiones y consuelo.

El testigo es por definición alguien que atestigua algo que no es él mismo, sin añadir cosas propias.

Tampoco el testimonio de fe cristiana coincide con un ponerse manos a la obra, un añadir más compromisos a las actividades de la vida. Y mucho menos significa hacer propaganda o proselitismo en favor de ciertas ideas.

El descendimiento de la cruz, detalle, panel del siglo X de la puerta de la iglesia de San Zenón, Verona El testigo es el que ofrece su propio cuerpo, pone a disposición lo concreto de su condición humana para que actúe y resplandezca en ella la gracia del Señor. Lo mismo que hace la luna, sobre cuyo cuerpo opaco se refleja la luz que irradia el sol. «Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será

vuestro culto espiritual»: dice san Pablo en la Carta a los Romanos (Rm 12,1). Y como sugirió Benedicto XVI en su reciente Lectio divina pronunciada en el Seminario romano mayor, precisamente ofrecer nuestro cuerpo, nuestro vivir diario es la condición por la que «nuestro cuerpo unido al cuerpo de Cristo se convierte en gloria de Dios, se transforma en liturgia», y el cuerpo mismo debe ser «la realización de nuestra adoración». La acción de la gracia sobre las vidas de los testigos se manifiesta en la santidad, que precisamente por esto no es una conquista reservada a

pocos, sino una posibilidad real que se asoma a las vidas concretas de todos los bautizados, como sugirió también el beato Juan Pablo II en la carta apostólica Novo millennio ineunte. La santidad es lo que expresa mejor el íntimo misterio de la Iglesia.

La realidad que permite el encuentro de los hombres con Cristo es la vida misma de sus discípulos, que no son activistas de un mensaje extrínseco a sus vidas. Como enseña el Concilio Vaticano II, la gracia actúa sobre ellos de manera que la riqueza de su don no puede ser detenida y casi secuestrada de modo egoísta, como algo que se posee y de lo que hay que excluir a los demás. Al contrario, se comunica gratuitamente por fuerza propia, resplandeciendo en el fulgor de la fe, de la esperanza y de la caridad que da testimonio de Cristo en la vida misma de los cristianos: «fide, spe, caritate fulgentes», dice la Lumen gentium en el parágrafo 31. Dijo una vez don Luigi Giussani: «El verdadero anuncio lo hacemos mediante lo que Cristo ha perturbado en nuestra vida, tiene lugar mediante la perturbación que Cristo realiza en nosotros: Hacemos presente a Cristo mediante el cambio que Él obra en nosotros. Es el concepto de testimonio».

Lo que vale para cada bautizado, vale también para la Iglesia. La Iglesia no tiene que inventarse nada. Como hace la luna con el sol, solamente pone a disposición su cuerpo para que la gracia pueda reflejarse en él. Cuando la Iglesia pretende dar testimonio de sí misma, no parece ni atractiva, enriquecida ni consolada por el Señor. Y también los acontecimientos eclesiales terminan fatalmente por estar caracterizados por esa «vanagloria que va contra la verdad y no puede hacernos buenos y felices» a la que aludió Benedicto XVI en su último encuentro con los párrocos de Roma.

Para la Iglesia, como para cada cristiano, ofrecer su cuerpo y su condición para que en ellos actúe y resplandezca la gracia del Señor se expresa como petición, es decir, como oración. Justamente porque es sencillo ponerlo a disposición, esta ofrenda tiene como forma propia la petición, es decir, la oración. Al respecto, hay que señalar las palabras del cardenal Kasper al final de su libro, cuando escribe que «la Iglesia del futuro será sobre todo una Iglesia de orantes». En la invocación de la oración que pide, pero también en la oración de alabanzas, testificamos nuestra dependencia de

Dios. En ella el acento no cae en la sumisión, sino en el hecho de que se nos concede la gracia.

Siendo creaturas libres, nuestra libertad se cumple en la satisfacción de acoger el don, de modo que den fruto en nosotros sus recursos de por sí impensables para nosotros.

La Última cena, detalle, panel del siglo X de la puerta de la iglesia de San Zenón, Verona El testimonio de los cristianos y la misión de la Iglesia se realizan en un contexto que a menudo está marcado por la contrariedad y la oposición. Son los sufrimientos apostólicos, de los que hablaba san Pablo. Vemos surgir en muchos países occidentales movimientos anticristianos agresivos. Crece la negación de la fe. También crece la Iglesia, pero los cristianos sufren persecución en muchas partes del mundo. Todo esto no debe sorprendernos. Los evangelios, las cartas de san Pablo y también el Apocalipsis nos dicen ya que la persecución forma parte de la condición de la Iglesia en la tierra. Y con el último Concilio la Iglesia ha vuelto a encontrar de un modo más intenso lo que siempre ha sabido y ha vivido en sus santos como Francisco de Asís, esto es: el hecho de que frente a dificultades y persecuciones hay una manera evangélica, diría casi un “estilo” evangélico de reaccionar: el que está descrito en las Bienaventuranzas. En cambio, cierto modo de responder a las adversidades sigue teniendo como última perspectiva la que en el pasado se expresó en las Cruzadas. Sucede que oímos discursos que se inspiran en las persecuciones o en la llamada “cristianofobia” para relanzar estrategias de lucha. Mientras que las vicisitudes mismas de la historia han aclarado definitivamente a todos que la perspectiva de la Cruzada es una mundanización y una instrumentalización del cristianismo, y la desaparición de esta perspectiva ha representado una liberación y una ventaja para la Iglesia. Además, es siempre erróneo pensar que Dios ama más unas épocas que otras. Se trata de una tentación milenarista que no corresponde al auténtico sensus fidei. Dio ama también nuestro tiempo, con todos sus problemas. En vez de replegarse en nostalgias utópicas y engañosas, hay que ver lo que el Concilio Vaticano II definió como los signos de los tiempos. Por ejemplo, los intensos fenómenos migratorios que se están dando son una circunstancia concreta para experimentar de verdad –y quizás por primera vez de manera tan intensa– la universalidad del Evangelio. Hoy día un europeo, para encontrar y conocer a un chino, ya no debe hacer diez mil kilómetros. A los chinos, los indios, los árabes se los encuentra habitualmente en las grandes ciudades y pueblos de su país. La situación en ciertos aspectos es semejante a la que vivió y abrazó san Agustín, cuando la llegada de nuevos pueblos marcó el final de una fase histórica, pero abrió nuevas posibilidades de difusión a la fuerza desarmada del anuncio cristiano.

A este respecto, son un consuelo para todos las palabras sugeridas por Benedicto XVI en los últimos tiempos. Cuando el Papa repite que «la Iglesia no existe por sí misma, no es el punto de llegada, sino que debe remitir más allá, hacia lo alto, por encima de nosotros», y cuando añade que «la Iglesia no se da a sí misma las reglas, el propio orden, sino que lo recibe de la Palabra de Dios, que escucha en la fe y trata de comprender y vivir», estas expresiones usadas precisamente en la homilía para la fiesta de la cátedra de San Pedro captan con el realismo de una mirada amorosa y apasionada el misterio mismo de la Iglesia. Y pueden ayudar a todos a intuir los peligros y las posibilidades que en las circunstancias actuales marcan el camino de la Iglesia en el tiempo.

viernes, 7 de junio de 2013

CABILDO GENERAL ORDINARIO

 
La Ilma. Universidad de Curas y Hermandad de San Pedro ad Vincula celebrará Cabildo General Ordinario el próximo sábado día 22 de Junio a partir de las 11,00 horas.
orden del día:
 
11,00.- Acogida.
11,15.- Oración inicial.
11,30.- Cabildo General Ordinario
12,30.- Celebración de la Eucaristía, presidida por el Sr. Abad Mayor en la que homenajearemos a los sacerdotes que celebran este año sus bodas de oro y de plata sacerdotales.
14,00.- Comida - Convivencia.
 
El Cabildo se celebrará como en el año anterior en la Casa Sacerdotal Santa Clara.
 
Recordamos a todos los sacerdotes y diáconos miembros de nuestra Hermandad la obligación que tienen de asistir a este acto en el que rendiremos homenaje a los sacerdotes que este año cumplen sus bodas de oro y de plata sacerdotales.

viernes, 31 de mayo de 2013

CORPUS CHRISTI



El P. Jesús Castellano Cervera OCD obtuvo el doctorado en teología y fue profesor y consultor pontificio de varias congregaciones. Fue responsable de la ambientación religiosa de la "Capella Redemptoris Mater" del Vaticano. Miembro del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales,  doctor en Teología y decano del Teresianum. Murió el 15 de junio de 2006.
Pronunció multitud de conferencias tanto en Italia como en otros países entre ellas una en el simposio teológico-pastoral del XLVIII Congreso Eucarístico Internacional con el titulo “LA EUCARISTÍA QUE EDIFICA LA IGLESIA”.

Leer texto:

lunes, 20 de mayo de 2013

CUSTODIOS DE NUESTRO REDENTOR




"Cada vez que coméis este pan y bebéis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que vuelva"
(1 Co 11, 26)

Desde tiempo inmemorial, doce sacerdotes miembros de la Ilustrisima Universidad de Curas de Sevilla, acompañan la Custodia en el dia del Corpus Christi, haciendo asi de custodios del Señor Sacramentado.

Como en años anteriores tambien este año D. m. volveremos a acompañar al Señor por las calles de nuestra ciudad, manifestando así el amor de los sacerdotes de Sevilla al Señor verdaderamente presente en la Santísima Eucaristía.

domingo, 12 de mayo de 2013

¡ NUEVOS EN PENTECOSTÉS !

... ¿podemos decir que ha crecido la capacidad de entendernos?. Sólo puede existir la unidad con el don del Espíritu de Dios, el cual nos dará un corazón nuevo y una lengua nueva, una capacidad nueva de comunicar ... Benedicto XVI - Pentecostés 2012
 
 
Queridos hermanos y hermanas:
Me alegra celebrar con vosotros esta santa misa, animada hoy también por el coro de la Academia de Santa Cecilia y por la orquesta juvenil —a la que doy las gracias— en la solemnidad de Pentecostés. Este misterio constituye el bautismo de la Iglesia; es un acontecimiento que le dio, por decirlo así, la forma inicial y el impulso para su misión. Y esta «forma» y este «impulso» siempre son válidos, siempre son actuales, y se renuevan de modo especial mediante las acciones litúrgicas. Esta mañana quiero reflexionar sobre un aspecto esencial del misterio de Pentecostés, que en nuestros días conserva toda su importancia. Pentecostés es la fiesta de la unión, de la comprensión y de la comunión humana. Todos podemos constatar cómo en nuestro mundo, aunque estemos cada vez más cercanos los unos a los otros gracias al desarrollo de los medios de comunicación, y las distancias geográficas parecen desaparecer, la comprensión y la comunión entre las personas a menudo es superficial y difícil. Persisten desequilibrios que con frecuencia llevan a conflictos; el diálogo entre las generaciones es cada vez más complicado y a veces prevalece la contraposición; asistimos a sucesos diarios en los que nos parece que los hombres se están volviendo más agresivos y huraños; comprenderse parece demasiado arduo y se prefiere buscar el propio yo, los propios intereses. En esta situación, ¿podemos verdaderamente encontrar y vivir la unidad que tanto necesitamos?
La narración de Pentecostés en los Hechos de los Apóstoles, que hemos escuchado en la primera lectura (cf. Hch 2, 1-11), contiene en el fondo uno de los grandes cuadros que encontramos al inicio del Antiguo Testamento: la antigua historia de la construcción de la torre de Babel (cf. Gn 11, 1-9). Pero, ¿qué es Babel? Es la descripción de un reino en el que los hombres alcanzaron tanto poder que pensaron que ya no necesitaban hacer referencia a un Dios lejano, y que eran tan fuertes que podían construir por sí mismos un camino que llevara al cielo para abrir sus puertas y ocupar el lugar de Dios. Pero precisamente en esta situación sucede algo extraño y singular. Mientras los hombres estaban trabajando juntos para construir la torre, improvisamente se dieron cuenta de que estaban construyendo unos contra otros. Mientras intentaban ser como Dios, corrían el peligro de ya no ser ni siquiera hombres, porque habían perdido un elemento fundamental de las personas humanas: la capacidad de ponerse de acuerdo, de entenderse y de actuar juntos.
Este relato bíblico contiene una verdad perenne; lo podemos ver a lo largo de la historia, y también en nuestro mundo. Con el progreso de la ciencia y de la técnica hemos alcanzado el poder de dominar las fuerzas de la naturaleza, de manipular los elementos, de fabricar seres vivos, llegando casi al ser humano mismo. En esta situación, orar a Dios parece algo superado, inútil, porque nosotros mismos podemos construir y realizar todo lo que queremos. Pero no caemos en la cuenta de que estamos reviviendo la misma experiencia de Babel. Es verdad que hemos multiplicado las posibilidades de comunicar, de tener informaciones, de transmitir noticias, pero ¿podemos decir que ha crecido la capacidad de entendernos o quizá, paradójicamente, cada vez nos entendemos menos? ¿No parece insinuarse entre los hombres un sentido de desconfianza, de sospecha, de temor recíproco, hasta llegar a ser peligrosos los unos para los otros? Volvemos, por tanto, a la pregunta inicial: ¿puede haber verdaderamente unidad, concordia? Y ¿cómo?
Encontramos la respuesta en la Sagrada Escritura: sólo puede existir la unidad con el don del Espíritu de Dios, el cual nos dará un corazón nuevo y una lengua nueva, una capacidad nueva de comunicar. Esto es lo que sucedió en Pentecostés. Esa mañana, cincuenta días después de la Pascua, un viento impetuoso sopló sobre Jerusalén y la llama del Espíritu Santo bajó sobre los discípulos reunidos, se posó sobre cada uno y encendió en ellos el fuego divino, un fuego de amor, capaz de transformar. El miedo desapareció, el corazón sintió una fuerza nueva, las lenguas se soltaron y comenzaron a hablar con franqueza, de modo que todos pudieran entender el anuncio de Jesucristo muerto y resucitado. En Pentecostés, donde había división e indiferencia, nacieron unidad y comprensión.
Pero veamos el Evangelio de hoy, en el que Jesús afirma: «Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena» (Jn 16, 13). Aquí Jesús, hablando del Espíritu Santo, nos explica qué es la Iglesia y cómo debe vivir para ser lo que debe ser, para ser el lugar de la unidad y de la comunión en la Verdad; nos dice que actuar como cristianos significa no estar encerrados en el propio «yo», sino orientarse hacia el todo; significa acoger en nosotros mismos a toda la Iglesia o, mejor dicho, dejar interiormente que ella nos acoja. Entonces, cuando yo hablo, pienso y actúo como cristiano, no lo hago encerrándome en mi yo, sino que lo hago siempre en el todo y a partir del todo: así el Espíritu Santo, Espíritu de unidad y de verdad, puede seguir resonando en el corazón y en la mente de los hombres, impulsándolos a encontrarse y a aceptarse mutuamente. El Espíritu, precisamente por el hecho de que actúa así, nos introduce en toda la verdad, que es Jesús; nos guía a profundizar en ella, a comprenderla: nosotros no crecemos en el conocimiento encerrándonos en nuestro yo, sino sólo volviéndonos capaces de escuchar y de compartir, sólo en el «nosotros» de la Iglesia, con una actitud de profunda humildad interior. Así resulta más claro por qué Babel es Babel y Pentecostés es Pentecostés. Donde los hombres quieren ocupar el lugar de Dios, sólo pueden ponerse los unos contra los otros. En cambio, donde se sitúan en la verdad del Señor, se abren a la acción de su Espíritu, que los sostiene y los une.
La contraposición entre Babel y Pentecostés aparece también en la segunda lectura, donde el Apóstol dice: «Caminad según el Espíritu y no realizaréis los deseos de la carne» (Ga 5, 16). San Pablo nos explica que nuestra vida personal está marcada por un conflicto interior, por una división, entre los impulsos que provienen de la carne y los que proceden del Espíritu; y nosotros no podemos seguirlos todos. Efectivamente, no podemos ser al mismo tiempo egoístas y generosos, seguir la tendencia a dominar sobre los demás y experimentar la alegría del servicio desinteresado. Siempre debemos elegir cuál impulso seguir y sólo lo podemos hacer de modo auténtico con la ayuda del Espíritu de Cristo. San Pablo —como hemos escuchado— enumera las obras de la carne: son los pecados de egoísmo y de violencia, como enemistad, discordia, celos, disensiones; son pensamientos y acciones que no permiten vivir de modo verdaderamente humano y cristiano, en el amor. Es una dirección que lleva a perder la propia vida. En cambio, el Espíritu Santo nos guía hacia las alturas de Dios, para que podamos vivir ya en esta tierra el germen de una vida divina que está en nosotros. De hecho, san Pablo afirma: «El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz» (Ga 5, 22). Notemos cómo el Apóstol usa el plural para describir las obras de la carne, que provocan la dispersión del ser humano, mientras que usa el singular para definir la acción del Espíritu; habla de «fruto», precisamente como a la dispersión de Babel se opone la unidad de Pentecostés.
Queridos amigos, debemos vivir según el Espíritu de unidad y de verdad, y por esto debemos pedir al Espíritu que nos ilumine y nos guíe a vencer la fascinación de seguir nuestras verdades, y a acoger la verdad de Cristo transmitida en la Iglesia. El relato de Pentecostés en el Evangelio de san Lucas nos dice que Jesús, antes de subir al cielo, pidió a los Apóstoles que permanecieran juntos para prepararse a recibir el don del Espíritu Santo. Y ellos se reunieron en oración con María en el Cenáculo a la espera del acontecimiento prometido (cf. Hch 1, 14). Reunida con María, como en su nacimiento, la Iglesia también hoy reza: «Veni Sancte Spiritus!», «¡Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor!». Amén.
 
Benedicto XVI - Homilía Pentecostés 2012
 

 

sábado, 4 de mayo de 2013

TODOS CON NUESTRA PATRONA

ROSARIO DE LA AURORA EXTRAORDINARIO
 
 

El rosario de la aurora con la imagen de la Virgen de los Reyes es uno de los actos principales del Año de la Fe en la Archidiócesis de Sevilla y tendrá lugar el próximo sábado 11 de mayo a las 8 de la mañana y su recorrido será el habitual.

Los misterios gozosos que se rezarán se ofrecerán por las siguientes intenciones:

Primer misterio: por los frutos espirituales del año de la fe.
Segundo misterio: por los que viven en condiciones de pobreza y sufrimiento.
Tercer misterio: por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Cuarto misterio: por las familias, célula vital de la sociedad.
Quinto misterio: por las intenciones del Santo Padre y por la Iglesia.

Las hermandades de gloria de la ciudad acompañarán a la Santísima Virgen.

El acto finalizará con la renovación de las promesas bautismales ante el Sr. Arzobispo, Mons.  Asenjo.

Los sacerdotes que puedan y así lo deseen podrán acompañar a la Stma. Virgen.

La organización corre a cargo de la Vicaria para la Nueva Evangelización y el Cabildo de la Catedral.

 

miércoles, 24 de abril de 2013

Sois pastores, no funcionarios, sois mediadores, no intermediarios


Transmitid a todos la Palabra de Dios, leed y meditad asiduamente la Ley del Señor, procurad creer lo que leéis, enseñar lo que creéis y practicar lo que enseñáis, imitad lo que conmemoráis, no os canséis de ser misericordiosos, sois pastores, no funcionarios, sois mediadores, no intermediarios.

 

Queridos hermanos y hermanas:

Ahora que estos hermanos e hijos nuestros van a ser ordenados presbíteros, conviene considerar a qué ministerio acceden en la Iglesia.

Aunque, en verdad, todo el pueblo santo de Dios es sacerdocio real en Cristo, sin embargo, nuestro sumo Sacerdote, Jesucristo, eligió algunos discípulos que en la Iglesia desempeñaran, en nombre suyo, el oficio sacerdotal para el bien de los hombres. No obstante, el Señor Jesús quiso elegir entre sus discípulos a algunos en particular, para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal en favor de todos los hombres, continuaran su misión personal de maestro, sacerdote y pastor. Él mismo, enviado por el Padre, envió a su vez a los Apóstoles por el mundo, para continuar sin interrupción su obra de Maestro, Sacerdote y Pastor por medio de ellos y de los Obispos, sus sucesores. Y los presbíteros son colaboradores de los Obispos, con quienes en unidad de sacerdocio, son llamados al servicio del Pueblo de Dios.

Después de una profunda reflexión y oración, ahora estos hermanos van a ser ordenados para el sacerdocio en el Orden de los presbíteros, a fin de hacer las veces de Cristo, Maestro, Sacerdote y Pastor, por quien la Iglesia, su Cuerpo, se edifica y crece como Pueblo de Dios y templo del Espíritu Santo.

Al configurarlos con Cristo, sumo y eterno Sacerdote, y unirlos al sacerdocio de los Obispos, la Ordenación los convertirá en verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento para anunciar el Evangelio, apacentar al Pueblo de Dios y celebrar el culto divino, principalmente en el sacrificio del Señor.

A vosotros, queridos hermanos e hijos, que vais a ser ordenados presbíteros, os incumbe, en la parte que os corresponde, la función de enseñar en nombre de Cristo, el Maestro. Transmitid a todos la palabra de Dios que habéis recibido con alegría. Recordad a vuestras madres, a vuestras abuelas, a vuestros catequistas, que os han dado la Palabra de Dios, la fe... ¡el don de la fe! Os han trasmitido este don de la fe. Y al leer y meditar asiduamente la Ley del Señor, procurad creer lo que leéis, enseñar lo que creéis y practicar lo que enseñáis. Recordad también que la Palabra de Dios no es de vuestra propiedad, es Palabra de Dios. Y la Iglesia es la que custodia la Palabra de Dios.

Que vuestra enseñanza sea alimento para el Pueblo de Dios; que vuestra vida sea un estímulo para los discípulos de Cristo, a fin de que, con vuestra palabra y vuestro ejemplo, se vaya edificando la casa de Dios, que es la Iglesia.

Os corresponde también la función de santificar en nombre de Cristo. Por medio de vuestro ministerio alcanzará su plenitud el sacrificio espiritual de los fieles, que por vuestras manos, junto con ellos, será ofrecido sobre el altar, unido al sacrificio de Cristo, en celebración incruenta. Daos cuenta de lo que hacéis e imitad lo que conmemoráis, de tal manera que, al celebrar el misterio de la muerte y resurrección del Señor, os esforcéis por hacer morir en vosotros el mal y procuréis caminar con él en una vida nueva.

Introduciréis a los hombres en el Pueblo de Dios por el Bautismo. Perdonaréis los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia por el sacramento de la Penitencia. Y hoy os pido en nombre de Cristo y de la Iglesia: Por favor, no os canséis de ser misericordiosos. A los enfermos les daréis el alivio del óleo santo, y también a los ancianos: no sintáis vergüenza de mostrar ternura con los ancianos. Al celebrar los ritos sagrados, al ofrecer durante el día la oración de alabanza y de súplica, os haréis voz del Pueblo de Dios y de toda la humanidad.

Conscientes de haber sido escogidos entre los hombres y puestos al servicio de ellos en las cosas de Dios, ejerced con alegría perenne, llenos de verdadera caridad, el ministerio de Cristo Sacerdote, no buscando el propio interés, sino el de Jesucristo. Sois Pastores, no funcionarios. Sois mediadores, no intermediarios.

Finalmente, al participar en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, permaneciendo unidos a vuestro Obispo, esforzaos por reunir a los fieles en una sola familia para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tened siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir, y buscar y salvar lo que estaba perdido.

domingo, 7 de abril de 2013

UNA APROXIMACIÓN A LA ECLESIOLOGÍA DEL VATICANO II

SUSPENDIDA 
LA 3ª SESIÓN DE FORMACIÓN POR DEFUNCIÓN DE UN FAMILIAR DEL PONENTE

9 de Abril de 2013 - Casa Sacerdotal.

12,00.- Oración.

12,30.- Charla - En torno a la Eclesiología del Concilio Vaticano II.


Ponente: Muy Iltre. y Rvdo. Sr. D. José Arturo Dominguez Asencio. Doctor en teología dogmática, canónigo lectoral de la Catedral de Huelva y profesor del CET.

jueves, 28 de marzo de 2013

¡ FELIZ DIA, HERMANOS !

 
Cristo nos ha consagrado, es decir, nos ha entregado para siempre a Dios, para que pudiéramos servir a los hombres partiendo de Dios y por él. Pero, ¿Somos también consagrados en la realidad de nuestra vida? ¿somos hombres que actúan partiendo de Dios y en comunión con Jesucristo?
 
Con esta pregunta el Señor se pone ante nosotros y nosotros ante él:
 
¿Queréis uniros mas fuertemente a Cristo y configuraros con él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia?
 
Benedicto XVI - Misa Crismal 2012

viernes, 15 de marzo de 2013

A LA INMACULADA CONCEPCIÓN

 
La Venerable e Ilustre Hermandad Sacerdotal de San Pedro ad Vincula de Sevilla publicó en 1904 un librito escrito por uno de sus miembros, que quiso permanecer en el anonimato, dedicado a la devoción que los miembros de dicha institución han profesado secularmente a la Inmaculada Concepción, siglos antes de la proclamación del dogma.

 
La actual Junta de Gobierno de esta institución ha querido republicar dicho opúsculo con motivo de los 250 años de la proclamación de la Inmaculada Concepción como Patrona de España.

 
Sirva esta publicación de homenaje a todos aquellos sacerdotes y laicos que allá por los comienzos del siglo XVII y desde entonces hasta ahora, prometieron defender con su sangre la devoción y el amor a la Santísima Virgen, en esta advocación.

jueves, 14 de marzo de 2013

FRANCISCO, Sumo Pontífice



El cardenal Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio ha sido elegido por los Señores Cardenales como nuevo Pontifice con el nombre de Francisco.
Su primer saludo fue: «Fratelli e sorelle, buona sera!». A continuación, también en italiano, comentó con sencillez que la ciudad tenía un nuevo obispo: «Mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo. Os agradezco la acogida».
 
A continuación vino la primera sorpresa: «Antes de nada querría hacer una oración por nuestro obispo emérito, Benedicto XVI, "Recemos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie. Padre Nuestro…". Era una continuidad visible.
El Papa Francisco explicó que «comenzamos un camino de fraternidad, de amor, de confianza. Recemos para que haya una gran fraternidad en todo el mundo», y especialmente «en esta bella ciudad».
Enseguida llegó la segunda sorpresa: «Antes de dar la bendición os pido un favor, que pidáis al Señor la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra por mí». Inclinado humildemente, el Papa Francisco I espero un momento. Luego le colocaron la estola y comenzó su primera bendición «Urbi et Orbi».
 
Querido Santo Padre, cuente desde ahora con nuestra oración
y con nuestro filial afecto

UN GRABADO DE 1731

 
La Junta de Gobierno de la Universidad de Curas de Sevilla ha encargado al grabador Norberto León Rios la reimpresión de un grabado que reproduce el cuadro de Juan de Roelas "La liberación de San Pedro". La plancha de cobre fue realizada por un autor que desconocemos en 1731.
Se ha realizado una tirada de 150 ejemplares que serán debidamente autentificados y numerados.
Aquellas personas que deseen adquirir un ejemplar pueden ponerse en contacto con nuestro Mayordomo D. Francisco de los Reyes Rodríguez López en el 954386956 o en mail parroquia.san.lorenzo@telefonica.net.

jueves, 21 de febrero de 2013

¡ MIL GRACIAS, SANTIDAD !

 
La Ilma. Universidad de Curas y Hermandad Sacerdotal de San Pedro ad Vincula se adhiere a los sentimientos de toda la diócesis y a las palabras de nuestro Sr. Arzobispo en relación con la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI, a quien deseamos larga vida y que el Señor premie todo su trabajo y entrega al servicio de la Iglesia Universal.
 

Nota de prensa de la Archidiócesis de Sevilla sobre la renuncia del Santo Padre.
Con gran sorpresa hemos recibido la noticia de la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI al ministerio del Supremo Pastor, para el que fue elegido el 19 de abril de 2005, y en el que permanecerá (D.m.) hasta el próximo día 28 de febrero.
Impresionados por este anuncio, que el mismo Santo Padre ha hecho público, la Archidiócesis de Sevilla, con sus Obispos, sacerdotes, consagrados y fieles, manifiesta su admiración por esta decisión que revela la humildad, amor a la Iglesia, grandeza de alma y gran generosidad del Papa Benedicto XVI. Al mismo tiempo, le agradece su entrega sin descanso al servicio de la Iglesia en estos años y su espléndido y luminoso Magisterio, al que nos adherimos de corazón.
Pedimos al Señor que le premie con muchos dones sobrenaturales y que fortalezca su salud para seguir sirviendo a la Iglesia con su vida dedicada a la plegaria, como él mismo ha manifestado.
El Arzobispo y su Obispo Auxiliar piden a la comunidad diocesana que encomienden al Señor a la Santa Iglesia en estas circunstancias inesperadas para que, por medio de su Espíritu, la tutele, proteja y asista.
Sevilla, 11 de febrero de 2013.

viernes, 15 de febrero de 2013

LA UNIVERSIDAD DE BENEFICIADOS EN LOS ESCRITOS DEL ABAD GORDILLO

 
El pasado martes 12 de febrero, el profesor Sánchez Herrero pronunció la conferencia anunciada sobre "La Universidad de beneficiados de Sevilla en los escritos del Abad Gordillo"
 
El texto de la conferencia se encuentra en el enlace que está a continuación:
 
Nuestro mas sincero agradecimiento al profesor por sus palabras.

jueves, 7 de febrero de 2013

EL ABAD GORDILLO Y LA UNIVERSIDAD DE BENEFICIADOS DE SEVILLA


2ª SESIÓN DE FORMACIÓN.-
 
12 de Febrero de 2013 - Casa Sacerdotal.

12,30.- Oración.

13,00.- Charla - La Universidad de Beneficiados de Sevilla vista a través de los escritos del Abad Sánchez Gordillo. Siglos XIII al XVII.

D. José Sánchez Herrero, catedrático emérito de historia medieval de la Universidad de Sevilla.

 
Don Alonso Sánchez Gordillo nació en Sevilla en 1.561 y murió en la misma ciudad en 1.644. Se le conoce popularmente como el “Abad Gordillo” por ser primero Abad Mayor de los beneficiados de la Parroquia de la Magdalena, de donde él mismo lo era y Abad de la Universidad de beneficiados situada en la Parroquia de San Juan de la Palma.

Sobre el año 1.630, hace un manuscrito que se llama “Religiosas estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana”. No es exactamente una guía de semana santa, pero es lo más antiguo que tenemos que sea parecido a ello. El manuscrito del Abad Gordillo habla de las devociones de Sevilla de por aquel entonces. En él pretender recoger todas las tradiciones y cultos de la ciudad y entre ellas están las hermandades penitenciales, no todas, sino las que considera más antiguas e importantes de la época. No es una historia de las cofradías, pero su valor testimonial es tan importante que los datos que facilita son utilizados por escritores posteriores a la hora de crear sus respectivas obras sobre el tema, caso de González León o Bermejo y otros autores del siglo XIX, y a partir de ellos todos los demás. Esto no quiere decir que sus datos sean exactos, ya que con el hallazgo de documentos no conocidos por Gordillo se ha tenido que corregir muchos de ellos, como en el caso de la antigüedad que otorga a algunas hermandades.

miércoles, 23 de enero de 2013

MISA de ACCIÓN de GRACIAS

 
 
A las doce de la mañana del pasado sábado día 19, en la Capilla Real de la Santa Iglesia Catedral, a los pies de nuestra Patrona, la Stma. Virgen de los Reyes y ante el Cuerpo incorrupto del Santo rey Fernando, nos reunimos una treintena, entre sacerdotes y diáconos, para celebrar la Santísima Eucaristía de Acción de gracias, por los 750 años de la fundación de la Ilustrísima Universidad de Beneficiados de Sevilla.
 
 
La misa fue presidida por el Abad Mayor el Rvdo. Sr. D. Pedro Juan Álvarez Barrera, párroco de la de Ómnium Sanctorum de Sevilla, el Ilmo. Sr. D. Adolfo Petit Caro, Canónigo de la S.I.C. y Párroco del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral y por el Rvdo. Sr. D. Manuel Luque Pérez, Párroco de la de San Benito Abad de nuestra ciudad, quien pronunció una emotiva homilía, ensalzando los valores humanos y cristianos del Santo rey, fundador de nuestra Institución.





Nos acompañaron el Sr. Presidente y miembros de la Asociación de la Virgen de los Reyes y San Fernando, el Sr. Presidente de la Orden de Caballeros de San Fernando y el Coronel Jefe del REWE -32, además de muchos fieles que quisieron compartir con nosotros la celebración eucarística.